A TREASURY OF TRADITIONAL WISDOM. Whitall N. Perry. Perennial Books. Bedfont, Inglaterra 1981. 1144 pgs.  "Se puede ser pretensioso [sic] por estupidez, como se puede ser estúpido por pretensión; ambas cosas se combinan". Frithjof Schuon, "El doble escollo", en revista "Caminos" Nº 5, otoño 96. En el orden de los capítulos de este grueso volumen se puede descubrir inmediatamente la orientación religiosa y moral, chata y mediocre, lindando siempre con lo exotérico y por lo tanto antimetafísica, que lo caracteriza. Esta "suma" es un digesto sacado con mayor o menor fortuna de distintas tradiciones y dispuesto de una manera que no facilita para nada la lectura de quien verdaderamente se interesa, puesto que no encontrará sino párrafos ligados con la "espiritualidad" y la "sabiduría", bastante inconexos entre sí, aunque es claro, algunos son notables, pero en muchos casos pierden sentido sin su contexto y el lector queda frustrado y confuso con ellos. Este libro es tomado como una enciclopedia casi sagrada de sabiduría por los estudiantes schuonianos de habla inglesa. Se debe aclarar que se mencionan como antecedentes de este "tesoro" dos excelentes libros (Lin Yu Tang: The Wisdom of China and India y Aldous Huxley: Perennial Philosophy) con muchísimas menos pretensiones, a cuya altura no llega el que reseñamos, y que han sido elaborados con otro sentido, aprovechando oportunidades editoriales que les permitían difundir el pensamiento tradicional en sociedades profanas y no con la pretensión de éste, escrito sin ningún método (pese a que en su introducción se pretende darle algún orden) salvo el de subrayar y dactilografiar algún texto del que se tiene la seguridad que representa auténticamente una tradición, confortablemente sentado en un sillón del despacho. Pero todo esto, que al menos no excedería una cuestión de simple nivel intelectual, o labor normal de bibliotecario, o archivista, se ve agravado por la increíble suposición que Marco Pallis desarrolla en su prefacio, otorgándole a este inmenso mamotreto, lleno de una almibarada concepción de lo esotérico, una categoría poco más o menos que providencial, como una obra que el mismo Coomaraswamy profetizara en Hinduismo y Budismo y cuya ejecución se obra por la gracia del señor Perry, la que debiera ser, por estar escrita en inglés y publicada en Estados Unidos, una gran revelación. Por último, y más allá del sentido del ridículo, Pallis compara a este ladrillo con los Extractos de Estobeo, que sintetizó con extraordinaria precisión y claridad la doctrina de Hermes Trismegisto y cuyos textos forman parte del Corpus Hermeticum (ver en página del autor "Los Libros Herméticos" I  y nota 7,  II, y  III). 

Pero lo peor de todo son las constantes menciones a Guénon, con quien trata de emparentar Mr. Perry (guau) en este indigesto "tesoro" que denigra en gran parte el pensamiento del gran metafísico francés. 

En ciertas secciones de esta antología -que, si no fuera por la soberbia irritante que transmiten sus solapas, sus prólogos y todo aquél espacio que pudo llenar el compilador de su propia mano, y no los textos que cita, resultaría una contribución más o menos útil y digna de ser ofrecida en la mesa de noche de los hoteles más "santificados"- se habla y se cita de una manera muy confusa y malintencionada a la Masonería (por ejemplo en el capítulo "Subversión: el lado violento", en los apartados 'Los orígenes de la subversión', 'Abuso de las Ciencias Cosmológicas', 'Malevolencia', 'Brujería', 'La Sinagoga de Satán' y 'Los poderes de la oscuridad',1 donde incluso se la vincula con lo demoníaco y lo blasfematorio) al punto que parecería deliberada toda esta basura: ciertamente, cuando se trata de Masonería los melindros espiritualistas se transforman en hiel. 

Esto es lo que expresan y prohijan los "suizos" -según René Guénon los llamara-, que tienen la pretensión de tratar de lo que ignoran: del Símbolo, al que toman por alegoría, y del Conocimiento, al que confunden con la "santidad", acuñando una pretendida "religión perenne"; utilizando y usando a Guénon -también aquí a Coomaraswamy- como en otras ocasiones pasadas y presentes, reduciendo así a lo sagrado al ámbito de sus propias manías, gustos y fobias; espacio manipulado y pío al que habría que pertenecer para ser un "llamado" y que desemboca inevitablemente en el fundamentalismo o integrismo de cualquier tipo. 

Tal vez este libro constituya, por su tamaño y pesadez, un homenaje a los laboriosos y esforzados realizadores de todas las guías y directorios telefónicos del mundo. Sin entrar en la vida privada de nadie diremos que el mismo M. Koslow señala a Perry como el colaborador directo de Schuon y a su esposa como íntimamente allegada a su familia, con quien todo lo comparten; por lo que deben ser considerados como sus portavoces autorizados o los asociados más íntimos del suizo; incluso viven en casas vecinas. 

En suma, una especie de biblia schuoniana, un libro donde la Majestad y la Perfección de la Ciencia Sagrada, el Dios Desconocido y la Geometría han sido sustituidos por vagas religiosidades, pese a lo extraordinario de algunas citas (entre ellas varias de Hermes Trimegisto extraidas de la traducción de W. Scott), y por la impostura de un diosito para consumo sumamente apto para los suspiros de las señoras gordas. F. G. 

 
 
NOTA
1 En la pág. 462 se utiliza como referencia masónica al libro Darkness Visible de W. Hannah, conocida obra antimasónica con mala fe, y que tuvo una réplica en 1952: Light Invisible. ("Luz Invisible. La Respuesta Masónica a 'Oscuridad Visible' ") hallable en librerías esotéricas: New Beginnings Bookstore (Binkley Publishing Co., P. O. Box 1871, Arvada, Co. 80001-1871, USA).
   
 
 
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